Decision to leave (Park Chan-wook, 2022)

El lenguaje cinematográfico oriental está en otro nivel. Decision to Leave de Park Chan-wook es un ejemplo. Estrenada en 2022, esta película no culmina con la resolución material de la trama protagónica (hallar al culpable o cerrar el caso) como estamos tan acostumbrados en occidente, sino cuando alcanzamos a entender a los sujetos y sus subjetividades, explorando los matices de las relaciones humanas y los dilemas morales.

Decision to Leave es, en esencia, una película sobre la justicia. La historia sigue a un detective, Hae-Joon, que investiga la muerte de un hombre en las montañas. A medida que profundiza en el caso, comienza a desarrollar sentimientos por la viuda del fallecido, Sore. A pesar de que el caso principal se resuelve, la historia no concluye ahí. En cambio, se despliegan otras tramas que nos invitan a reflexionar sobre las distintas maneras de comprender la justicia y la correspondencia amorosa.

En la película se muestra el uso de la tecnología como recurso para la creación de archivos personales. El registro sonoro de las experiencias recientes y emociones capturadas a través de dispositivos tecnológicos se presenta como prueba más natural y transparente que la narrativa que solemos construir para los demás. Las notas de voz de Hae-Joon y Sore en sus dispositivos móviles dan cuenta de sus observaciones y sentimientos, que revelan más sobre su estado emocional que sus interacciones con otros personajes o los análisis judiciales: toda narrativa externa de nuestras vidas es, en gran medida, una ficción.

La estética de Decision to Leave también destaca por su audacia. Los tiros de cámara y la composición de algunos planos son un atrevimiento estético que aporta belleza a la película. La geometría de los espacios domina la composición visual, en lugar de la corporalidad o la ubicación espacial de los personajes. Este enfoque permite al espectador observar desde ángulos inusuales, viendo las cosas desde la perspectiva de los objetos y que equilibran el “exceso argumental” de Park Chan-wook, señalado por Nando Salva en su crítica publicada en el diario El Periódico, con el arte visual: la composición sonora y visual como conducto del discurso.

El montaje de escenas es igualmente magistral. Las experiencias vividas por separado por los protagonistas se presentan como si ambos estuvieran presentes, narrando así la complicidad y el conocimiento mutuo entre ellos. Este recurso cinematográfico refuerza la conexión íntima entre los personajes, ofreciendo una visión más completa de su relación y dándonos la lección de que, entre las relaciones humanas, lo que es suficiente y necesario es tratar de entendernos sin juzgar desde el marco moral de cada quién.

La frase “Retrocede hasta antes de quedar destrozado”, que Sore le dice a Hae-Joon, no solo es hermosa, sino que demuestra una comprensión panorámica del problema. Sore muestra un tacto especial al saber dónde quiere ubicar a Hae-Joon en la situación problemática, y propone una redención que solo es posible cuando se comprende plenamente el problema. Este concepto recuerda la Ley de Kidlin: “Si escribes el problema claramente, entonces el asunto está medio resuelto”. Invocar al otro, y a uno mismo, a regresar al estado anterior a la destrucción es un acto de amor, un acto que prioriza las cosas importantes, necesarias y valiosas por encima de los hechos y momentos destructivos.

Decision to Leave sugiere, por un lado, que la verdadera justicia no siempre se alinea con las convenciones legales, y que la empatía y la comprensión humana son esenciales para resolver conflictos internos y externos. Por otro lado, la película retrata un momento de la vida humana en el que la tecnología actúa como un testigo silencioso de nuestras emociones, resaltando la disonancia entre lo que mostramos al mundo y lo que sentimos.

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